“Prescindiremos de sus servicios sin causa a partir del día 13/06/2011” decía la fría letra de los imperativos tele- gramas enviados simultáneamente a Martín Tessi, Rubén Morales y Florencia Naudy, tres docentes de la Universidad del Salvador (USAL) que se habían afiliado juntos al SADOP pocos días antes, el 26 de mayo. No hace falta explicar que los despidos fueron una represalia directa a la afiliación gremial. “Sin causa”, decían, pero los tres profesores tenían ahora “una causa” –y muy justa– por la cual luchar.
|
Rubén Morales, Fernanda Benítez (Sec. Gral, SADOP-CABA), Florencia Naudy y Martín Tessi. |
Con el asesoramiento directo de SADOP-CABA inicia- ron acciones para recuperar sus puestos de trabajo. En lo gremial se hicieron movilizaciones y clases públicas frente a la sede de la Facultad de Ciencias de la Educación y Comunicación Social, a la que pertenecían. A pesar de que las autoridades usalenses habían interrumpido las clases y vaciado el edificio con la excusa de ¡preservar la seguridad! pronto se sumó el apoyo de docentes y alumnos con una espontánea colecta de firmas solicitando al Rector Dr. Juan A. Tobías la restitución de Tessi, Morales y Naudy a sus respectivas cátedras.
En lo legal, y ante el hermético silencio de la Asociación Civil Universidad del Salvador, se presentó un recurso de amparo ante el juzgado laboral No 37.
Pero también la gravedad de estos hechos llegó hasta la Cámara de Diputados de la Nación. Allí, el Dr. Héctor Recalde se reunió –en la presidencia de la Comisión de Legislación del Trabajo– con los tres docentes y la Dra. Marisa Salvati del equipo legal de SADOP. Recalde se ofreció a intermediar convocando a las autoridades de la USAL, a SADOP y a los profesores damnificados porque “el sindicalismo es una herramienta de ayuda para las buenas relacio- nes entre empleadores y trabajadores”, manifestó.
Entre tanto, el Ministerio de Trabajo llamó a audiencias de conciliación. En la primera la USAL faltó a la cita. En la segunda acudió su representante legal Dra. María Daniela Mina, que se limitó a “tomar vista” aunque en su charla con los docentes admitió que las movilizaciones realizadas y la solicitada publicada por SADOP habían causado mucho malestar e irritación en las autoridades de la institución. En efecto, una solicitada publicada en el matutino La Nación multiplicó la exposición mediática del conflicto.
Otro nuevo capítulo en la lucha se abrió cuando los docentes fueron convocados a la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados, en la búsqueda de un acercamiento entre las partes. Por SADOP concurrieron su Prosec. Gremial, Mónica Figueroa, junto a María Fernanda Benítez, Sec. Gral. de SADOP-CABA. En representación de la USAL acudió su vicerrector económico, Dr. Fernando Lucero Schmidt, quien en su exposición realizó declaraciones que sorprenden por su anacronismo: “En el caso de estos tres profesores, lo que sí me parece es que ellos equivocaron el camino. (...) comprometieron a los alumnos de Ciencias Sociales, que no tienen nada que ver con la Facultad de Comunicación Social, los trajeron a la calle, dieron clase pública en las puertas de la facultad y generaron, digamos, una alianza peligrosa, desde el punto de vista de su lucha sindical, que es usar a los estudiantes que siempre tienen una gran dependencia con el profesor para sus intereses personales. Eso que es una grave violación al estatuto, hace que yo no los pueda reincorporar.” Además de obsoleto, el argumento del funcionario de la USAL es doblemente absurdo: si los docentes fueron despedidos de la USAL, nunca podrían regirse por su estatuto interno, y si además fueron despedidos luego de su afiliación gremial, eso implicaría una violación al artículo 14 bis de la Constitución Nacional la cual, naturalmente, está por encima de cualquier estatuto. Finalizada esa sesión, SADOP organizó una radio abierta en la esquina de las avenidas Córdoba y Callao. Las palabras dichas por el vicerrector motorizaron el repudio del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales que rechazó “los absurdos dichos del Vicerrector Lucero Schmidt” sobre “una alianza peligrosa” ya que como personas adultas “No somos una manada de jóvenes que se deja arrastrar.” Agregaron que el accionar estudiantil “no es peligroso, es justo, natural y necesario ante todos los atropellos que han cometido en esta casa de estudios” y concluyeron: “apoyamos el pedido de reincorporación inmediata de los docentes despedidos de la Facultad de Comunicación. Los mismos no son profesores de nuestra Facultad, pero la solidaridad desconoce esos límites”. Desde las ventanas del edificio se asomaban docentes y alumnos a saludar.
En febrero de 2012 la Justicia Laboral lanzó una inédita sentencia: los jueces de cámara, doctores Graciela L. Craig y Juan Carlos Fernández Madrid argumentaron que la USAL ha vulnerado los derechos a trabajar, a la estabilidad en el cargo, a la propiedad, a enseñar y a la tutela sindical efectiva. Asimismo, se estableció una clara vinculación entre los despidos incausados y la afiliación a SADOP. También, se impone a la USAL pagar “las costas del presente incidente” y en caso de incumplimiento se le aplicarán “sanciones conminatorias de $ 3.000 diarios”.
Como pasaba el tiempo y la USAL no convocaba a los profesores, una tarde se presentaron espontáneamente en la facultad dispuestos a tomar sus puestos de trabajo, acompañados de un escribano público para dejar registro de lo sucedido, con la presencia de dirigentes de SADOP-CABA. El abogado de la USAL, Horacio Annecca, los recibió y les aseguró que transmitiría sus inquietudes al consejo directivo.
Hubo que esperar hasta agosto de 2012 para que los tres docentes fueran llamados a una reunión con el decano de la facultad, Lic. Máximo Paz, a fin de “reasignarles tareas” pero, en vez de eso, durante dos meses los hicieron cumplir el horario de trabajo en unas pequeñas aulas vacías, sin alumnos y sin tarea alguna. El Prof. Rubén Morales expresó su reclamo de “volver a estar con los alumnos, volver a enseñar. Y a todo esto quiero decir que tenemos un gran cariño por la universidad en sí misma y, es importante decirlo, nosotros no éramos gremialistas, no éramos sindicalistas. Yo ni conocía la filiación política que pudieran o no tener mis dos compañeros despedidos”.
Recién el 31 de octubre de 2012 y gracias nuevamente a la acción de la Justicia, los profesores Rubén Morales y Florencia Naudy recuperaron sus respectivas cátedras en la USAL, cuando faltaban días para terminar el ciclo lectivo.
SADOP informó que “nuestros compañeros despedidos fueron objeto de arbitrariedades y violaciones a los dere- chos constitucionales básicos, como el derecho a trabajar, a enseñar, y a la libre afiliación sindical.”
Finalmente, en noviembre de 2012 SADOP convocó a elecciones de delegados en la USAL. La institución impidió el ingreso de las urnas, por ello, la votación debió realizarse en las veredas.
Mientras el proceso judicial continúa, los profesores Rubén Morales y Florencia Naudy son los primeros delegados de SADOP en la historia de la USAL. Están recibiendo numerosas consultas debido a que se continúa despidiendo docentes e introduciendo unilateralmente cambios en las condiciones de trabajo, mudanzas de edificios, cambios de horarios, alteraciones de asignaciones en los recibos de sueldos, etc. Los delegados Rubén y Florencia a través del blog http://profesoresdelsalvador.blogspot.com y el mail profesoresdelsalvador@gmail.com están recibiendo, con total privacidad, diversas consultas conducentes a solucionar cada caso particular, a la vez que solicitan se los mantenga informados de las novedades que surjan, para armar un mapa de la situación que oriente las acciones gremiales y legales venideras.