El diario Tiempo Argentino, en su edición del 10.06.2014 publicó un artículo en el que cuestiona la remodelación del edificio en el que funcionó un centro clandestino de detención durante la última dictadura. Señala que agrupaciones de Derechos Humanos piden que se detenga la construcción para conservar el inmueble "como espacio de memoria" y que "analizan una expropiación". A continuación la noticia publicada:
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Foto que ilustra la nota periodística. |
El histórico edificio de Callao y Viamonte donde funcionó la sede central del Batallón de Inteligencia 601 del Ejército comenzó en los últimos meses un proceso de reformas y demolición interna por parte de la Universidad de El Salvador, que alojará allí a 5000 de sus alumnos. La remodelación del edificio, por donde pasaron personas secuestradas durante la última dictadura, fue denunciada ayer por Barrios por Memoria y Justicia Balvanera. La organización reclamó detener la demolición y preservar el lugar como sitio de la memoria. "Mucha gente se sorprendió de lo que está pasando. Es un edificio que está en el centro de la Ciudad y muy pocos de los que viven en el barrio no saben lo que pasó ahí. Por eso tenemos que tratar de no escamoteárselo a las próximas generaciones", señaló a Tiempo Argentino Emilio Friszman, miembro de Justicia Balvanera, quien adelantó que legisladores porteños y nacionales están analizando presentar proyectos de expropiación del edificio. En un comunicado, la organización de Derechos Humanos reclamó "la inmediata suspensión de las obras, preservando pruebas y el valor histórico de los espacios donde se decidió la desaparición o muerte de miles de personas". Pidieron además que se investigue "cómo llegó ese edificio público a manos de la Universidad del Salvador, después de estar cerrado por más de una década". Allí funcionó el Ministerio de Guerra durante la "Revolución del 43" y, en la última dictadura, fue ocupado por el Batallón 601, cabeza de la inteligencia del Ejército. Desde allí se planearon operativos de secuestros y se conoce que hubo detenidos desaparecidos tras esas paredes y puertas blindadas para ser torturados y luego trasladados a otros Centros Clandestinos de Detención. Así fueron los casos de Laura Noemí Creatore, de Carlos Hugo Capitman y del dueño del Cronista Comercial, Rafael Perrota, los tres desaparecidos. En el Batallón 601 también estuvo oculto el cadáver embalsamado de Eva Perón, robado de la sede de la CGT en 1955. El recorrido del edificio fue público hasta hace unos diez años atrás. En 2000, durante el gobierno de la Alianza, el entonces jefe del Ejército, Carlos Brinzoni, anunció el cierre del Batallón 601 y la venta del inmueble, declarado prescindible por el ministro de Defensa, Ricardo López Murphy. Luego, el edificio quedó abandonado hasta que en los últimos meses aparecieron en su fachada carteles de la USAL, que anunciaban la obra y que allí funcionará un espacio para 5000 alumnos. Además, la inmobiliaria Toribio Achaval puso un cartel el alquiler de su planta baja y subsuelo para ser utilizado como locales comerciales. «
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