jueves, 28 de febrero de 2019

SUELDOS INTERRUMPIDOS

“Soy docente de la USAL. Creo que debe haber muchos colegas en mi situación. Mi materia se dicta solamente durante el segundo cuatrimestre, por lo cual solo se me abonan los salarios de los meses de agosto hasta enero. Hoy martes 19 de febrero justamente tengo una mesa de examen, y como ya estamos en el mes de febrero, no cobraré nada por el trabajo que voy a realizar. Lo mismo me sucederá en  el mes de marzo y en todas las mesas de examen hasta agosto del 2019, cuando comienza el segundo cuatrimestre.  El argumento del empleador es que no puede abonar horas que no se dictan. Debo admitir que suena bastante razonable si bien dicho argumento desconoce que el trabajo es continuo, durante todo el año, y que si bien mi asignatura no se dicta durante los dos cuatrimestres, estoy a disposición del empleador para tomar exámenes.  Ahora bien, dado que no habrá pago, yo podría desentenderme de las mesas de examen hasta el mes de agosto. No hay pago, entonces podría responder con mi inasistencia a las mesas de examen. Eso también suena razonable. Desde luego, si hiciera eso, estaría perjudicando a mis alumnos y alumnas, ya que les reduciría las mesas de examen a la mitad, como sucede con mi sueldo. ¿Les parece justo? Dado que no pretendo perjudicar a mis alumnos/as, iré a la mesa de examen de hoy y a las de marzo, julio, e inclusive seguramente aceptaré la formación de mesas especiales. Pero no es justo y no estoy conforme.  Mi paciencia tiene un límite.   ¿La USAL no tiene nada que decir al respecto? ¿Debo seguir prestando servicios gratuitamente debido a que soy un docente responsable y comprometido con su trabajo? En mi facultad enseñamos a un viejo autor alemán que hablaba de trabajo pagado y trabajo no pagado. No puedo evitar recordar a ese autor. Para colmo, acabo de tener un problema de plomería. Llamé al plomero y me resolvió el desperfecto, pero sus honorarios se llevaron todo mi sueldo que me paga la USAL. ¿Será que el plomero cobra mucho o yo gano poco? Lo dejo a la imaginación del lector.” (1)

(1) Este es un relato ficcional en base a situaciones reales que son motivo de consulta frecuente al Equipo de Delegados de SADOP en la USAL.



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